ObjetivoImágenes con encanto: Huellas del tiempo
Para muchos autores, la magia principal de la fotografía estriba en su capacidad de detener el tiempo, esa cuarta dimensión que hace que todo fluya, que todo cambie sin cesar en nuestro mundo, en nuestra realidad circundante. De esta forma, mantenemos un vínculo a través de la imagen atrapada, un testigo con el pasado que, a falta todavía de una máquina del tiempo, es capaz de transportarnos, aunque sea mentalmente y por unos instantes, a una realidad que pudo pertenecernos en su momento, pero que ya se fue.