ReportajeEl alto precio de la pesca, el alto precio de un pez
La pesca no nos la podemos tomar como una actividad productiva, sino como una afición de la que disfrutar, con la que gozar de la naturaleza, de los amigos, y una vuelta a nuestros orígenes. Vamos a analizar las distintas circunstancias que afectan, sobre todo a los que se inician, tanto en el terreno económico como en el emocional, para llegar a una conclusión evidente: que cualquier pez que compremos en el supermercado será considerablemente más barato que el que pesquemos, y que el brote de júbilo tras una buena captura se produce tras una larga carrera de obstáculos que nos permite llegar a uno de esos momentos mágicos.