Número 183 / Julio 2014
Por fin hemos podido conocer el nuevo buque insignia de Prestige, un formidable crucero que utiliza sus 22,58 m de eslora para magnificar las prestaciones de la gama. Firmado por Garroni Design/J&J Design, el nuevo Prestige 750 respira potencia y carácter, con una silueta que seduce por sus suaves líneas elevadas que conforman un conjunto armónico para contener mucho más de lo que podríamos esperar en su eslora. Para comenzar, una construcción por infusión que garantiza el mejor compromiso entre peso y resistencia. Continúa con una equilibrada motorización doble MAN, de 1.200 ó 1.000 HP por unidad, para poder alcanzar una velocidad máxima superior a los 28 nudos. Equipa estabilizadores giroscópicos Seakeeper que se encargarán de aportar el mayor confort a la hora de fondear, en puerto y en navegación, y redondea con una serie de soluciones de diseño que aportan cualidades propias de megayate a este crucero. Y como ya es hora de disfrutar de nuestro merecido y esperado crucero de verano, pongamos en claro algunas cuestiones que resultan básicas para garantizar su éxito. Comenzamos por el fondeo, maniobra que, de serie, puede cumplir su función perfectamente si se utiliza bien y ha sido concebido y calculado correctamente. Pero si las condiciones de mar y viento se alteran y ponen en peligro nuestro fondeo, hay que saber reforzarlo de forma eficaz para asegurar barco y bienes. El peso y la longitud adecuados de la línea, cómo largar un peso extra por la línea, o las diferentes formas de echar un segundo ancla son cuestiones primordiales que debemos saber hacer. Y otro tema crucial para garantizar unas buenas vacaciones y, sobre todo, nuestra seguridad: la bomba de achique, elemento imprescindible que, salvo en el caso de la manual de último recurso, si tienen una mínima potencia deben llevar una turbina para hacer su trabajo. Turbina que se puede romper y hay que saber cambiar, en tierra o en el mar.