PruebaChrysler Windsor Club Coupé de 1950
Al inicio de aquella década, desde España se veía como algo extraordinario cualquier objeto importado desde los Estados Unidos. Y en el caso de los automóviles, su tamaño considerable, sus formas curvadas y los vistosos componentes cromados los hacían tan llamativos como inalcanzables para la mayoría. Por suerte, con el paso de los años ha sido posible tener uno.