Oración de los animales para transformar la humanidad
Cada mascota posee una personalidad propia que le es dada por su naturaleza juguetona, su deseo de contacto físico, su sumisión o rebeldía, ellas recurren a nuestra protección buscando seguridad en situaciones que le crean ansiedad o miedo. Es esa personalidad la que nos cautiva y hace más profundo nuestro amor por ellos. Por eso es extremadamente cruel e inaceptable el abandono, el maltrato, la humillación o la ignorancia con que muchos propietarios tratan a sus animales domésticos. No han nacido para divertirnos, son compañeros, amigos, hermanos, a los que hemos de tratar con respeto.