MonteríasUna jornada montera para recordar
Aún no amanecía y ya nos encontrábamos mi compañero de caza, José Antonio, y yo atravesando la Sierra Norte de Sevilla por una carretera rodeada de dehesas, en las cuales se adivinaban las siluetas de los cochinos de pata negra, que ya andaban rebuscando las primeras bellotas caídas de las encinas melosas, un manjar para ellos. Nuestro destino en estos primeros días de octubre era la finca Las Mesillas, englobada dentro del término municipal de Malcocinado, en Badajoz, el primer pueblo de Extremadura que encontramos nada más dejar Andalucía por la carretera que la une con Alanís (Sevilla).