Federcaza

Número 370 / Octubre 2016

Te contamos las claves para acertar con las perdices revoladas y las liebres cruzadas y te damos cinco trucos para la caza de conejos en arroyos. Escuchamos los ecos de la media veda a codornices y palomas y entramos de lleno en la temporada de caza mayor con buenas prácticas monteras y tras rebecos y monteses con calma y paciencia. No nos olvidamos de los cetreros con jornadas a codornices, urracas y patos azulones. Y este mes no te pierdas la mejor guía de caza con toda la información de utilidad en la que, además, probamos 30 cartuchos y balas para la general.
Federcaza 370
Artículos destacados
Caza menor
¡Al pelo! Perspectivas para conejos y liebres
En verano, preguntamos por el conejo y la liebre. Ya se había segado en gran parte de España y se conocían las expectativas de estos dos lepóridos, pues se veían en el campo los gazapos al crepúsculo y muchas medias liebres que saltaban ante las cosechadoras y también, para nuestro desencanto, atropelladas en las carreteras. A medida que se hacen adultas se van viendo menos en las carreteras, pero en la media veda saltaban delante de los perros y los terminaban de reventar con la carrera alguna mañana. Todo apunta también a una buena temporada de pelo.
Caza menor
...Y a la pluma: Las perdices han criado muy bien
Una conjunción de factores, no estudiados, ha propiciado una cría fuera de serie de las perdices en toda España. La primavera lluviosa y el verano seco posibilitaron una especial cobertura para nidificar allí donde los muchos depredadores (protegidos y sin proteger) no tienen acceso. En definitiva, un buen año cerealista (y éste lo ha sido) conlleva mucha maleza en linderas, baldíos, arroyos, lo que ha redundado positivamente en el proceso reproductor de nuestras patirrojas.
Caza mayor
Erradicar las malas prácticas monteras
Se disipa del bramido de los ciervos allende sierras y collados tras la berrea y principia la temporada de monterías, que aventuramos será un éxito total en cuanto a la cantidad y calidad de las reses. Incluso se atisba un cierto halo de esperanza que ilumina la renqueante situación económica que viene padeciendo el sector cinegético desde hace demasiado tiempo.