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Los gladiadores regresan a la arena para avanzar hasta la gloria, fijada en la Philippe Chatrier. Pero antes las mejores espadas del circuito se ponen a prueba en Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma. Son las paradas más preciadas del circuito en primavera. Teñido bajo el manto de la tierra batida, se abre el telón con un tridente como amenaza: Nadal, Djokovic y Ferrer. Los ‘tres reyes’ prometen repartirse el gran botín en juego, 5 trofeos y un máximo de 5.500 puntos.

La ‘armada’ brilla con luz propia en el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó. La ciudad condal es territorio sagrado para las raquetas españolas, que desde 2003 han dejado todos los trofeos en casa. El polvo de ladrillo catalán, que supera las 60 ediciones (desde 1953), busca nuevo campeón y Rafael Nadal ya ha anunciado que estará allí para revalidar un título que ha levantado en siete ocasiones en uno de sus templos sagrados.

Un revés de vieja escuela. Así mismo define el suizo uno de los golpes más admirados del circuito, en peligro de extinción. Apoyado sobre la ‘cara b’ de su raqueta, ‘Stan’ traza disparos mágicos a una mano que en este inicio de temporada lo han colocado como uno de los grandes candidatos a retornar entre los diez mejores del mundo. Pero el camino hacia la cima no es fácil y eso el suizo lo sabe bien. Eso sí, su objetivo está marcado: “Es por y para lo que trabajo”.